martes, agosto 08, 2006

Si nó yo no estaria aqui...

Cádiz es un hervidero de gente que disfrutan de la deliciosa brisa nocturna que llega del mar. Playas, calles bulliciosas, y paseos frecuentados hasta bien entrada la madrugada por gaditanos y miles de turistas. Otros aprovechan la fresca para ver alguna película en el cine de verano. Dos jóvenes se disponen a ir al teatro Manuel de Falla para ver cantar a Antonio Machin, Es una noche de Agosto de hace mas de 45 años..sin embargo al final deciden comprar un poco de pescado del freidor y comerlo al borde del mar con sus hermanos pequeños. Unn gesto que les cambiará la vida.
En la playa se hace de día de repente .Primero fue un resplandor: una luminosidad como de amanecer, seguida de una luz dispersa anaranjada que terminó por poner el cielo de color rojo. . Luego, un gran estruendo seguido del ruido de cristales, el desplome de los edificios, y gritos de pánico y de lamento. La luz eléctrica se cortó de inmediato. En la oscuridad de la noche recién caída, el miedo se adueñó de la población. Los hospitales comenzaron a llenarse de cuerpos heridos y mutilados,y los cementerios de cadáveres.
Cuando amaneció los jóvenes empezaron a buscar a sus familiares entre las ruinas de sus casas,pero estas ya no existían.
Sobre lo que ocurrió hay dos versiones una la oficial, la que dio la revista "Brisas" auspiciada por el régimen de Franco. Pero la dictadura y el posterior y misterioso incendio de los archivos documentales de San Fernando impidieron saber la verdad: Una explosión de un depósito de minas submarinas con mas de 2000 cargas de la Guerra que incomprensiblemente se situaba en pleno núcleo urbano.(Cádiz es un pañuelo rodeado de mar)
Desde entonces el rumbo de Cádiz cambió por completo. Los mas pequeños que se quedaron sin familia fueron a casas de acogidas y la pareja de jóvenes que no fueron al teatro se casaron a los 5 años y tuvieron 3 hijos ,uno de ellos se llama Miguel.

3 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

Qué suerte que estés, que tus padres hayan podido salvarse de algo espantoso, no sé qué país se salva de los gobiernos ligados al horror, ni le tuyo ni el mío tienen ese privilegio.

Al menos tus padres han podido contarlo.

Besos.

Laura Pando dijo...

He sentido un escalofrío al leerlo.
Coincido con Pato en que es una suerte que estés, que detrás de la tragedia persista la vida y después de la vida, tu vida, perduren las ganas de luchar contra la tragedia.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Que ahora cuentes esto, fue una suerte para ellos, es una suerte para ti, y un lujo, una gozada para nosotros los que disfrutamos leyendote. Siempre Miguel, y mucho.