sábado, septiembre 09, 2006

la chica de la 5ª planta


La chica de la cafetería de la 5ª planta bautiza mi camisa con zumo de naranja recién exprimido.
Me pide disculpas ,sonrie, y yo tiendo mis pronósticos de lluvia para hoy.
Mientras me limpia con un paño húmedo le dedico dos respiraciones con mensajes de limón sobre su pelo.
A ocho pasos de distancia se gira, me mira, y siento que me lanza un globo rojo sobre mi cara.
¿A cuantas cerillas encendidas equivalen la luz de su sonrisa?.
¿Se me ha movido el corazón al otro lado del pecho?.
Dos años en el mismo edificio y hoy sus labios empiezan a saberme a gajos de naranja.
Manos que antes sólo se cruzaban y ahora calculan la probabilidad de un abrazo.
Pero hay días que tiras dos dados sobre la mesa y suman 12.
Y coincidir en el mismo ascensor era como sacar la bola blanca del saco de las bolas negras, sin embargo las hipótesis viajaban hoy en elevador.
Pómulos que ríen a 50 metros del suelo, la chica que se presenta,que se acerca , latidos de redobles de tambores...
Y de repente -sucedió algo- ,aquello me supo a hogar, a compañía, porque en su mano yo tocaba mis canciones.

Escuchando a Maga -diecinueve-Nos repartíamos los labios , los dientes y el hipo, y del alfabeto las impares, y en tus dedos...

3 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

Uy Miguel tus relatos son como instantáneas, sos increíble, me encantan tus post.

Y me dejaste pensando en esa cosa mágica de descubrir en alguien que tenemos visto durante un tiempo largo, en el que jamás vimos nada que llamara nuestra atención, de repente ver algo maravilloso...

¿A cuantas cerillas encendidas equivalen la luz de su sonrisa?
No sé, supongo que a un incenidio de felicidad.

Besos y ya me estan dando ganas de escuchar algo de MAGA...

Aye dijo...

ay, me resultó hermoso este post..
fueron como pequeñas imágenes que se iban tiñendo de naranja..
Me gusto muchisimo la misma frase que Pato transcribe.. y me hace imaginar una sonrisa iluminada de una forma tan pero tan distinta..

besos y cerillas

Laura Pando dijo...

Miguel...he sonreído todo el tiempo mientras lo leía.
Creo que tienes un don para atrapar los momentos.

Adoro cómo escribes.

Un abrazo