domingo, septiembre 17, 2006

Lluvia de verano

Atraparnos las manos y cruzar corriendo la avenida mientras que los semáforos nos deletrean en Morse y los claxon nos murmuran canciones
Rechazar los anuncios de psiquatras que te aconsejan no volar más alto que los pájaros
Sentir el mismo viento mágico que echó a girar los caballitos del viejo carrusel
Cada uno de nuestros pasos es un escudo con lo que la cansada avenida se proteje del asalto de la lluvia
Lluvia de alambres de plata que tejen en el suelo un manto azul, y tu sombra cosida en cada charco
El sol apartado silva su olvido
Reírnos e imaginar que los paraguas son signos de interrogación que rematan las cabezas de la gente
Lanzarnos aviones de papel sobre nuestras caras con mensajes de edredones
Dos sillas con vistas a tu pelo , dos tiket de café, dos empanadas de atún : 4,5 euros
Jugar, correr, besar, saltar, reir hasta hiperventilar
Adelantarte cinco peldaños de escaleras, seguir tus huellas , andar tus pasos , y yo un pirata tuerto persiguiendo tus puñales
Parar en seco, besar tus labios
Sugerir camisa por falda , mi mente aconsejándome locuras, y una madre por cada latido que me van sobrando de dos en dos
Plantar un árbol, pedirnos deseos que empiezan por "a"
El ruido de las vocales cayendo en la alfombra como caen los teoremas desde el cielo de tu boca
Vibrarnos los cristales del pecho, como vibra el reflejo de la Luna en los charcos de la calle
Integrarnos como tierra en lluvia de verano
Intuir que no hay medida.

2 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

Vos un pirata tuerto en busca de sus puñales, ella dejando que sus huellas sean alcanzadas por vos, y luego los dos dejando caer las vocales sobre la alfombra, yo tambien intuyo que no hay medida.

Ni en ese amor ni en esa magia que tenés para contarlo.

Besos.

Unknown dijo...

Que bonitas sensaciones en cada frase.

Y gracias por la visita y los comentarios tan cuidados. Besos.