domingo, enero 28, 2007

infinitivos

Es algo demasiado simple para explicarlo, como ofrecer un cielo nuevo, como elegir su cuerpo para crecer en él
Sumas de indicios en el recorrido hacia su casa:
Bares en los que venden nubes contra la sequía
Esquinas donde los abrazos que se dan son los del encuentro
Farolas que esperan besos que las alumbren
Graffitis que salpican las paredes de alas
Copos de Luna llena posándose sobre los árboles
La chica de la floristería que me guiña el ojo izquierdo
Laberintos con veinte salidas . La lluvia, el semáforo, las aceras...toda la ciudad apuntándote
Y apareces coronada de brisa, como la Maga en el Pont des Arts
Te detienes y te quedas para acomodarte en mi abrigo
Luego esas sorprendentes sensaciones : articular palabras con las manos, respirar tierra mojada, oler agua hasta encontrarla, conocer las letras y juntarlas, la palabra "encajar" rompiendo el silencio, reclamar lápiz y papel para expresar que la Luna es un botón de su blusa, que el sol era su bicicleta amarilla
Releer la tabla de multiplicar asomado a su espalda, lanzar sílabas que no saben acabar
Comprender
que siempre estuviste en las cuerdas de mi guitarra
Arrojar
flores sobre el infinito que fabriqué con sus labios y sentir como las va recogiendo una a una
Emociones demasiado simples para explicarlas, como descifrar que estoy entre sus posibilidades, como esa carga de capacidad que hace que subas entusiasmado al tejado mas alto, y una vez allí también ser capaz de mirar hacia mar para llorar con las ballenas. No se si me entiendes...
Indiscutiblemente se me está haciendo muy complicado no apasionarme de la muchacha de los ojos grises.

5 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

¿Me creés si te digo que te entiendo?

Algo me dice que me vas a creer. Tal vez el hecho de haber frecuentado los mismos bares donde se consumen nubes contra la sequía o haber encontrado algun abrazo en una de esas esquinas.
O por las farolas, no sé.

Dejate apasionar por ella y por sus ojos.

Besos

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Vaya, vaya. Otra bicicleta amarilla en blogger... esto se está convirtiendo en una sospechosa costumbre (jejeje).
Un saludo.
Por cierto, suerte tú que tienes moto y has tocado la nieve.

Anónimo dijo...

Sí, perfectamente, lo he entendido todo a la primera, pero he vuelto a leerlo para no creérmelo, y para repetir el estremecimiento cardíaco que me provocan tus palabras ordenadas de esa forma. Y lo volveré a leer, despacito, para dosificar las sensaciones que me gustan y que me dure más tiempo.
Un abrazo fuerte y tierno.

Laura Pando dijo...

"reclamar lápiz y papel para expresar que la Luna es un botón de su blusa"..."comprender que siempre estuviste en las cuerdas de mi guitarra"...
Yo creo de verdad que no se puede decir tanto con tan poco, tan certero y tan bello. Lo he releído incrédula. Es redondo, perfecto.

¿Cómo no dejarse apasionar por esos ojos que te inspiran esto?

Un abrazo grande, Miguel.

Aye dijo...

Las emociones demasiado simples a veces son muy complicadas para explicar. Precisamente porque no podemos evitarlas, no podemos hacerlas girar y girar hasta agotarlas, no podemos decirlas con otras palabras y terminamos en una redundancia que querríamos poder evitar.
Y aún así, esas cosas simples son tan bellas que podríamos decirlas mil y un millón de veces.
Esa muchacha de los ojos grises despierta en vos millones de formas diferentes de decir cosas simples. Y hermosas, claro.
=)

Hoy mas que nunca, fascinada con lo que escribiste

Besos!