sábado, marzo 31, 2007

me gusta...

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Me gusta idear el contorno azul de tus caderas, me gusta la frase "¿cómo estás bollete?" naciendo de tus labios, me gusta acariciar tu cuerpo con vocales de colores, me gusta lo que callo y lo que sueño, me gustan estas palabras abriendo los telones de mis ansias , me agrada esa verdad que te sigue por las calles, y las 4 estaciones que convergen en tu cuerpo.
A veces eres esa piel adherida a las cosas , otras el zapato perdido de un bebé en una ventana, o esa cancion inolvidable que habla de la ausencia de unas manos , pero siempre me pareces humana a cada instante.
Y yo te imagino con 5 primaveras de adelanto, con esos gestos de amor para las cosas , y sin ese modo avaro de pensar de las personas, algo así al recuerdo que conservo de mi abuela.
Porque quiero que estés conmigo y también que puedas estar en otra parte, que te sientas inquieta de las excavadoras que apagan el paisaje, de la gente muriendo en un espacio de fronteras, de los animales que contienen el aliento al mirar a un cazador que se atreve a dispararles.
Porque te quiero conectada a tus raices , olvidándote de la disciplina de la amnesia obligatoria: ese vivir de espaldas a preguntas y respuestas. En definitiva, que traduzcas el saber y la belleza.
Y para cruzar contigo la barrera de las letras, hazme soñar tu sueño, y me despertaré entendiendo el teorema que descifra el color de las miradas.
Y si alguna vez yo siento tu presencia, vete preparando para la lucha cuerpo a cuerpo.
Yo a cambio no te prometo nada, tan solo crecer con el peso de tu nombre en mis pestañas.

lunes, marzo 26, 2007

la esperanza de las calles

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Horizontales: las carreteras , los coches, y las calles
Verticales: las farolas, los edificios, y su silueta
Atraviesa preocupada por un paso de peatones, con ese miedo de cruzarlo y no hallar nada, con esa tristeza tan pequeña que le cabe en un pañuelo
Y se sienta en un banco que hay en la otra acera, donde la esperanza del encuentro va admitiendo pasajeros
Y allí aguarda a que el semáforo cambie a verde para atravesar otra vez al mismo lado
Y va y vuelve mil veces .Y percibe que su actitud cada vez tiene mas público
La siguen los que quieren fugarse a toda prisa de lo serio, los que buscan entregar sus semillas en algun hueco, los que de su última locura empieza hacer bastante tiempo
Y todos tiene un pensamiento en común : aqui nos falta algo
Tal vez ese beso con memoria que surgió en aquella tarde, o ese nombre que al pronunciarlo cada vez tiene mas letras
Nada hiere mas hondo que la espera, como la nostalgia implacable de los trenes, como esas flores que acostumbran a marchitar sobre los vientres
De repente atraviesa la avenida el olor de algún aroma, y hay un aire de fiesta en los cuerpos destinados a encontrarse
Porque hay que aprender a esperar inventando los momentos, porque al mundo que habitamos hay que injertarle colores
Por eso dibujo unas manos a la esencia del poema que abraza a los confiados a la sombra de sus alas.

viernes, marzo 23, 2007

en el centro de las cosas

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Sigue mis pasos por la casa, curiosea entre los libros y me sujeta la mano para observar mis fotos antiguas
Me habla de aquello que se siente y que se dice, y se sonríe descentrada de mis 20 años en la fotografía de un concierto con pelo largo y en tirantes
Me pregunta por las ciudades que conozco, por los recuerdos que protejo, por la insistencia que ponen los años en los rasgos mas pequeños.
Y le voy presentando los nombres de personas que firmaron en mis heridas, nombres de amigos que no caben en mi boca
Para descifrar su enigma se para en una imagen en la que estoy dando un abrazo, y en vez de preguntar por ella inclina su cabeza sobre mi hombro y se calla por un rato
Intento contarle algo que terminó hace varios años
en un gesto de silencio pone un dedo sobre mis labios
Ella, escondida en sus verdades, también ha sobrevivido al rigor de no quejarse
Porque la vida es ir levantado banderas para sobrevivir a los inviernos que se instalan en las venas
Y en el extraño mecanismo de lo que se afirma para fijar el presente
me abraza y me murmura: "y tu y yo en el centro de las cosas".

*Leyendo a Garcia Montero, Eloy tizon, Vicente Gallego.
Os recominedo la lectura de velocidad de los jardines de Eloy Tizon, ¿quien dijo que cortazar había muerto?

jueves, marzo 22, 2007

Herida

Herida está en la carretera mojada y a la intemperie con el alma al descubierto y vulnerable
En el corazón lleva un anuncio conciso:" estoy perdida"
Clava en el aire un gemido de dolor y de tristeza
La vida le queda grande como el traje de un payaso, le tiendo mi mano para hallar una respuesta
En sus ojos con sangre lleva escrito un destino trazado de antemano, y en su lomo el impacto de las ruedas de un camión. Pido ayuda, y obtengo ese desprecio a todo ser moribundo que tiene la intención de empezar a levantarse. ¿Dónde queda la ternura de proteger algo que sufre?
¿Dónde la delicada urgencia de una especie en extinción?
Animales desorientados que transitan en los arcenes por la insolencia de unas tijeras que le acortan el manto verde a la falda de los montes
Me quito mi venda de taparme , recojo a esta criatura con mis dos manos, e introduzco en mi coche el pro y el contra
Boca que escupe sangre a la sombra de una autopista, y me parece que llego tarde a una consulta de provincia. En la camilla de una sala, un veterinario con una mano le sujeta una garra, con la otra le clava una aguja con una dosis elevada de calmantes, y un reloj marca el minuto de lo que tarda en sucumbir esta gineta
Llego a casa con un dolor de los pies a la cabeza. Enciendo la tele y obtengo un examen de conciencia : un desodorante me garantiza relaciones sexuales, descubro que el amor está subido a un BMW, y que los mejores poemas están escritos en un cheque
¿Quién está pariendo tantos zombis?

domingo, marzo 18, 2007

A ellos...

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A usted que ha sentido la amargura de llegar tarde al dolor.
A la viuda que maquilla la ciudad para disimular sus grietas.
Al nostálgico que camina hacia atrás, pero el tiempo le puso una gasolinera en aquel parque.
A la joven que un extintor le apagó los claveles.
A los que bajan la cabeza, cierran los ojos, y se rien... y de aquello hace ya miles de años.
A los solitarios que miden el tiempo en ausencias al cuadrado.
A los ancianos que quieren a fuego lento.
A los comprometidos que aplauden a los árboles y les silban a la vida eterna.
Al profano que nadie le enseñó a frotar la lámpara.
A los que quieren a alguien un 1% mas que se quieren a ellos.
A los que buscan, a los que esperan, a los que intentan hablar y las calles siempre estan comunicando.
A los desamparados que no quieren venganza ni justicia.
A los aventureros que derraman las pocas lunas que les quedan.
A ti.
Una flor se abre y te señala con un pétalo. Es primavera.

domingo, marzo 11, 2007

Algo debe tener.

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El autobús de la linea 7 es el que me lleva a un pueblo de la costa.
Con el pretexto de visitar un castillo, después había quedado con Lucía para tomar algo por la tarde.
Ella vive sola con su hija y vende en el mercado tomates y champiñones a precio de hierbabuena. Se las arregla para hacer mil cosas a la vez. Tiene un invernadero, una historia que camina al mismo ritmo que sus pasos, y tiene el don de desdoblarse sin dejar de estar entera. La vida urbana poco tiene que ver con sus costumbres. No le gusta las aglomeraciones, ni las copas en los locales de moda, le gusta el pan , el agua fresca y los olores de las calles navegables de su aldea.
Y la veo sentada en una mesa del único bar del vecindario, me da la mano con la misma elegancia que después me invita aun café con dos pasteles. Me presenta a su hija que está casi iniciando la adolescencia ; la saludo, y a continuación le habla a la madre con voz baja, se dan la mano y la deja en una casa que tiene un balcón con dos geranios. Luego damos un paseo por su pueblo, notamos en la nuca miradas de señoras de luto haciendo penitencia en las ventanas, oimos un perro que ladra; son las 7 de la tarde en el campanario de una iglesia. Una mujer interrumpe nuestros pasos y le pregunta por mi: " el debe ser...." yo me paro y me sonrojo cuando intento sortear sus consecuencias, para cambiar de conversación, le expreso la persistencia que pone el tiempo en el verdín de los tejados...Nos reimos , nos vamos, y me transporta a un mirador donde se contempla el mar , la sierra, y una dehesa. Me habla de agricultura, de piensos, de veredas, del labrador que llega cansado cada tarde del trabajo, de todo aquello que conoce, de todo aquello que ha vivido, y va por la vida llamándole a cada cosa por su nombre. Bajamos apresurados por una calle empinada, al terminar me dice con la voz algo cansada: "vete acostumbrando a caminar por estos callejones inclinados ". Las mejillas se le ponen de un rojo a punto de explotar , se desabrocha un botón de su camisa, respira, y se da cuenta de lo que acaba de anunciar. Después me lleva a dar una vuelta en su coche por una carretera comarcal que rodea unas salinas. Un concesionario Renault nos equivoca el camino, la noche poco a poco se encarama en las puertas metálicas de los talleres de chapa y pintura, y ella para el motor... Me mira con su carga de cultivos y de soles, me regala el color gris que reflejan sus dos ojos , y una noche irrepetible nos sorprende justo en el tiempo que ella tarda en decidirse.
Para entenderme en su idioma tendré que reestudiar los poemas y los lugares, la gente y sus costumbres, aprender que las rosas no hacen ruido al crecer, que es hermosa la luz sobre las piedras del camino, que también puede ser prodigiosa la oscuridad que contienen los polígonos industriales.
Algo debe tener esta chica que se resiste al adjetivo. Algo debe considerar para tener la osadía de creer en mi.
Algo debe tener este día que empezando nos encuentra , que terminando nos junta, que despidiéndose nos inicia.