viernes, junio 01, 2007

parpadeos


Cae la noche en los portales, la velocidad del poniente en las ventanas y en los bloques antiguos de mi barrio, la luz artificial de las farolas, dos barcos anclados en el muelle, la fachada trasera de un pinar, la humedad en los muros de un castillo, una gaviota bebiendo agua salada. Imagínate también si quieres la Luna de junio flotando entre las olas, mas o menos el lugar donde nací
El deteriorado color de mis vaqueros, el gris sobrecargado de mi pelo, las canciones que esconde mi camisa, la inclinación de mis ojos por los barcos, y la de mis zapatos por un antiguo bar de las marismas
El mármol frío de una mesa, las historias que encierran el vidrio de las copas, el olor a marea sobre el techo, el hueco vacío de unas manos, para llenarlas hará falta mucho tiempo
El aire que levanta mi cabeza al mirar el faro de la costa
Su luz atraviesa las costuras de una vieja red de pescadores , entra por una ventana y corta un espejo en medias puntas, para resplandecer en una chincheta que fija un calendario a la pared
Hay momentos en que todo se comprende, como esa grieta de luz en la tormenta. Son los sentidos extraviados, un golpe de lluvia en el verano.
Salgo del bar y me voy por un sendero de arena fina, camino de Santic Petri
Y como si todo fuera una cadencia : 5 pasos, un pestañeo, el brillo del faro en mis gafas
Por un segundo veo a ese niño con desollones en codos y en rodillas, jugando a piratas, a tesoros, a mapas de la isla
Sigo caminando, el mismo ritmo en las cosas, otro pensamiento
El delantal de mi abuela, su mano tocándome la frente, con ese olor a agua y a jabón
Mi madre cosiendo las heridas de mi ropa, probando la sal de los pucheros, doblando las enaguas, y yo en el rebufo de su falda
Otras 5 zancadas, otro centelleo
El banco, la fuente, mi maestra doña Aurora, el trabajo sin horario de mi padre
Aquella niña de Conil, que cuando me hablaba de las notas del colegio, yo le dije: Sí, ¿pero me das un beso? Sonrió
-Tengo que pensarlo muchas veces
En dos parpadeos se decidió
Mis 20 años vestido de uniforme, mi vida , mis errores. Sellos de realidad inevitables
Hacer balance no es una exclusividad de los ancianos
Hoy hago recuento: un saliente gris en la fachada, una estación, quizás algunos parques

5 comentarios:

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Me ha hecho sonreir el detalle de "la niña de Conil" y me alegro de que sólo tardara dos parpadeos en decidirse.
Esas suelen ser las mejores cosas: las que apenas tardas en saber que quieres.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Apenas parpadeas mueves el aire que acaricia los sentidos, quizá la vida se componga de ese aire y de apenas dos o tres parpadeos. Gracias, besos y un abrazo largo.

Patricia Angulo dijo...

Uff me he quedado parpadeando como dos segundos y luego me puse a sentir, es que me dejo llevar por tus ideas y termino a tu lado, haciendo balances.

Una fachada, una estación y algunos parques, creo que en una de las calles de esos parques nos hemos cruzamo mirando las mismas cosas, eso creo...

Un abrazo Miguel.

Waiting for Godot dijo...

Yo me he dejado llevar por tus palabras, además que he estado donde estás en tu texto y me gusta. Un fuerte abrazo.

May dijo...

Me quedé helada, perpleja, qué hermoso, nada, eso, qué es realmente hermoso...
Besis Miguel!!!