Esa mujer que espera en la acera, que se la conoce de toda la vida, que cuando saluda abre de par en par su sonrisa
Esa mujer ; con sus fronteras, con su tierra en la mano, con sus hojas secas en la cara, con su ropa algo enlutada
Lleva algún tiempo caminando para adentro y se le está perdiendo el mar
No sé si lo habrás observado, está un poco encorvada, como esos pinos que crecen en mi tierra, los años le han derribado las alas
Es fácil imaginar que es parte de mi sangre
Es bajita, no llega a 1,55m
Y lleva media vida estirando los brazos para poder besarme
lunes, julio 14, 2008
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4 comentarios:
Es precioso, supongo que hablas de tu madre, o sino, de alguien tan especial como ella. Besitos para ti Miguel
Ay Miguel, ni falta hace que la nombres, su nombre lo dijiste de una manera mas bella.
Ella tambien puede ser mi madre.
Emoción pura es este texto, atrapada en ese abrazo estirado.
Besos.
¡uyyyyyyyyyyyyyyyyy! Casi casi una poesia de rimas perfectas. Me gustan estos modos...
Y tú debes llevar otra media encogiendote un poco hacia ella.
Un abrazo.
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