viernes, noviembre 28, 2008

costumbres

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A los 40 años es posible haberlo vivido casi todo
Lo decían unas personas
que pasaban la tarde alineados en la barra de un bar
botellines de cerveza que sonaban a hueco, que sonaban a ceniza
Se quejaban del frió en las manos
del potaje de garbanzos
del 0 a 2 de último partido
Gente que han tenido casi todos los oficios
que confunden las palabras con el tono enfermo de la rutina
¿Y tu quién eres? me preguntaron con los ojos abiertos sobre mí
Soy alguien que ha salido del trabajo con el sol frío de las 6 de la tarde
Un sonámbulo entre ellos
Una huella equivocada con las muñecas abiertas de escalar por las almenas
Para trepar por el amor es necesario mucha vocación
Y no me la enseñaron los barcos que zarpaban
ni los que se quedaban agitando los pañuelos, aceptando las ausencias
ni los nocturnos portales profundos
Tal vez el peso de una hoja en mi zapato
el frío de la estación
las conversaciones con los amigos : esos que no llegan llegando sino queriendo
que no han olvidado decir ni mío ni te quiero
Me refiero a esos que surgen de repente entre los restos de escarcha
O a ella
que se me metió en el alma tan despacio
como el que me sirvieron
como la costumbre árabe de detenerlo en el vaso
y beberlo muy despacio
Quizás esa forma que tenía de decirme te quiero
y reírse a carcajadas
Para luego besarme, justo allí
donde empiezan las costumbres

lunes, noviembre 10, 2008

dos cruces

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Esos desaires con los que le obsequiaba y de los que ella tanto disfrutaba
Ese movimiento de caderas que le regalaba
Su sonrisa rubia, cuando lo miraba

Ese desdén que poseía;
levantando las cejas como diciendo que nada iba con ella
Aunque en el fondo deseándolo secretamente
Después él se iba a dar un paseo desde el barrio del Pópulo al parque Genovés

Para un rato después verla salir de su piso de la mano de su marido, en el más dulce de los sufrimientos

Luis tuvo la imprudencia de enamorarse de Mercedes delante de todo el mundo por primera y única vez en su vida, en una fiesta de carnaval con farolillos de papel
La mayor proeza que conquistó fue sacarla a bailar
esa noche, por unos momentos se perdieron entre las fortificaciones de un castillo en la playa de la Caleta
No tenía nada que hacer , pero defendía sus sentimientos para abrir una grieta de sentido en lo que ansiaba

La amaba cuando era tiempo de sufrir

Al anochecer se apoyaba en un borde de la fachada
debajo de un anuncio de Cocacola, enfrente de su portal
con esa mirada de perro vagabundo que tanto manejaba

Tarde o temprano ella se asomaba al balcón

Aparecía con una camiseta negra facturada en un chino, el escote a la altura de los pechos, un aire procedente del mar le levantaba la falda

entonces todas los farolas de la calle se ponían de acuerdo para alumbrarle las piernas

Después de admirarla se lo contaba a sus amigos en la cafetería Andalucía
a muchas pulsaciones por minuto, y todos estábamos eróticamente allí, mirando con él

Han transcurrido ya algunos años, te lo cuento ahora para que el amor conserve dignidad frente al pasado
De esta historia solo quedan dos testigos
uno, el vértice de la fachada en la que se apoyaba

otro ,Mercedes, que regenta un estanco por la plaza de las flores, detrás de un mostrador lleno de ojos, por las curvas tan sugerentes que siempre tuvo

Algunas veces entro a saludarla
o discutir quién de ellos dos murió antes


domingo, noviembre 02, 2008

Te coloreo

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Te dibujo
Conozco todas tus piezas y sé cuál es el color
Perfilo tu cuerpo en mi libreta de a rayas
Te invento con las gafas de verte a mi manera
Te coloreo
de rojo y de besos
las mejillas en matices azules, como el añil repintado de las casas de la playa
las manos muy blancas
tormenta en ocres de otoño detrás de tu espalda
al oído me reclamas colores que repiquen a risas
cuatro
horas pintándote con los ojos cerrados
Te trazo
Escribo tus iniciales en el abismo increíble que contiene tus ojos
Arranco la hoja y la guardo
Te quedas en mi bolsillo
como los pianistas que nunca salieron de su bar
Me gusta la voz en off que le impones a los dibujos
Pacto con las tonalidades el tiempo que va hacer mañana
Decidimos que llueve
Sobre tu retrato se aplastan las gotas de lluvia
los colores se diluyen formando arcoiris
Lo dejo en un charco
Como una góndola empieza a navegar bordillo abajo
Y me dejas de pronto, me quedo muy solo
Qué habitadas de sentimientos siguen estando las calles vacías
Aún hay seres que huelen a pintura y a barcos de papel
Todavía hay gente que se para a dibujar corazones
Debajo de una farola
en el último reducto de la calle mojada
con el paraguas cerrado
siempre fue un buen lugar para enseñarte mi esbozo
para susurrarte un te quiero
No me atrevo a colorearte más
lo mío nunca fueron los dibujos
Yo siempre quise ser estación de tranvía