miércoles, marzo 25, 2009

mi princesa mueve mis ideales

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Mi princesa no se pinta los labios
ni usa zapatos de tacón
para pasear conmigo por las noches y por las calles
Tiene vetado el acceso a los sitios VIP
reniega de la alta costura y no sabe quien es Carolina Herrera
Mi princesa no le pone precio a la belleza
ni se mira en los espejos
porque está enferma de transparencia
Mi princesa tampoco tiene que lavarse la cara con agua tibia
para recordar mi nombre
Ella reina en los tejados
yo tengo miedo a que se resfríe
por esas nubes que siempre lleva en las rodillas
Algunas veces me enfado porque me hace reír a carcajadas
yo que soy tan serio...
Su corazón tiene justo el tamaño
de un nido de golondrinas
dice el verbo abrazar y lo conjuga
su abrazo quiere ser preso
y vuela
y es muy libre
Mi princesa tiene un microclima
debajo del último botón de su blusa
mientras se desnuda me invento sinónimos de paisaje
Y cuando los demás se amontonan en los bares de copas
nosotros nos permitimos el lujo del escalofrío
con una música que sentimos
pero que es muy difícil explicarla
Me habla al oído de la filosofía de los insectos
de los gatos sucios en celo, de los perros vagabundos y sus orejas asustadas
de las libélulas, de las luciérnagas
Me habla de mi
porque también me tiene enumerado entre los animales que ama
Ella lleva siempre en su mano dos palos en cruz
para mover unos hilos
que me han crecido en el cuerpo
mi princesa sabe que respondo a cualquier impulso de sus manos

*Aún la guardo en mi libreta donde no dejo entrar el invierno y sus tormentas

martes, marzo 03, 2009

efectos colaterales

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Entonces va y me dice cosas bonitas
a la segunda o a la tercera ya me tengo que reír
ella es feliz contándome alguna historia
yo mirando sus tobillos
Es un gato husmeando en la basura
es el país mas raro de los atlas
es mi ajedrez , mi lápiz, mi carne de gallina
Se escribe en mis papeles y decide quedarse a vivir en mi mochila
Aprovecha un hueco en el tablón de corcho
para dejarme dos notas con destino a mis arterias
con la primera me quita la camisa
con la segunda le pongo dos rombos a sus vaqueros
Sentada igual que la Luna en mis rodillas
me enseña cosas increíbles:
cómo se muerde una cereza
cómo besar las gotas de rocío
Me arrima a los labios un trozo del chicle que está masticando
acaricia mi boca con el mismo empeño que a un ciego le crece el tacto
Cuando estoy a punto de comerme una sirena en una lata de conservas
dice que se tiene que marchar
que tiene a sus padres en la cama con gripe
que a las cinco tiene hora en el dentista
A las diez me llama para decirme que me echa de menos
que no hace otra cosa que pensar en mi
Y cuando la noche me alcanza hasta dejarme solo
me enseña a masturbarme
renegando de la dulce perversión de sus caderas
El aliento invita a dibujar corazones
sobre los suspiros acristalados
de la puerta de la ducha
con las manos palpitantes
le estoy diciendo te quiero

esta imaginación no me cabe en las maletas