miércoles, abril 08, 2009

últimas consignas

El trabajo que me va a costar convencer a mis extremidades
Después de tantos años viajando por los senderos de la noche
Después de tanto andar por los suburbios, de tanto tiempo resistiendo
como resisten las cuentas corrientes los finales de mes
Va uno apellidado Ratnziger con su campanilleo dominical
y me dice que la vida no es sólo caminar
que el equipaje que mas pesa no es el que arrastra la mirada
Va y me dice con su filosofía de verbo y Eucaristía
Que me meta por donde me quepa
mis ilusiones varadas
mis amigos mas viejos
mi costumbre de pecar
Le pido a la vida permiso para un leve receso
para que me aclare que hago en altamar bogando solo
para que me diga que hace ese ejército de cegatos desprovisto de emoción
con la mierda que se esconde en su retórica
conquistando el lugar del que me alejo
¿Para qué tanto héroe y tanto mártil?
¿Para qué tanta gente jaleando a los cofrades?
¿Para qué tanto alarde de impotencia?
Se me están reventando en la garganta las palabras
como el estallido de una uva entre los dientes
Cuando surge el desgarro hay que buscar las últimas consignas
Bienaventurados los que están al otro lado de los cultos
Bienaventuradas las mujeres que levantan la mano y paran a un taxi
las que cruzan las piernas y piden fuego
las que abren la boca y cierran un trato
Y bienaventurado sea también el pipí grafitero de mi perro
que escribe tus iniciales
en la mojada soledad de una farola

3 comentarios:

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Ufffff, amigo:
Yo ya hace tiempo que dejé de intentar unir la palabra fe a la palabra culto, sencillamente porque son distintas y por eso se utilizan distintos verbos. Es como el verbo "ser" y el verbo "estar", que en muchos paises son el mismo (¡la de veces que habrán confundido "la forma de ser" con "la forma de estar").
Últimamente suelo pensar que lo mejor es disfrutar de las cosas según vienen aunque no creas en ellas.
Es como "San Valentín" (salvando las distancias), que aunque creas que es una fiesta comercial más que otra cosa, no por ello debes dejar de darle un amoroso beso esa mañana a tu pareja cuando os desperteis juntos. Pues esto es lo mismo. Olvídate durante unos días de Papas y de reyes y sal a la calle. Nos veremos por ahí, disfrutando del sol y de la noche, del bullicio y del silencio, de los tambores y las cornetas... que tras cada esquina está la vida.

Patricia Angulo dijo...

Bienaventurada tu mirada y tus palabras de poeta en esta mañana.

Tiene razón "La caña", olvidate de Ratnziger (qué dificil de escribir)y salí a respirar el aire nuevo de la calle en primavera, que tus extremidades saben caminar por buenos lugares y tus ojos saben mirar y hacer vivir.

Besos.

Carmen dijo...

Yo diría que "te has mojado". Hay que cuestionarse hacia dónde van esos ríos de gente. Estos días, este año, he decidido ser "piedra" y quedarme en la ribera viendo pasar la corrinete. Un abrazo.