lunes, junio 29, 2009

rachas de cancelas

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Y también me duele recordar cualquier cosa
el gesto que ponías cuando te dolía la cabeza
y rebuscabas una aspirina en el bolso
o la forma con la que encendías un cigarrillo y me contabas lo mal que te iba en el trabajo
Y en verdad ahora me importa muy poco todo lo que hagas, o donde estés
porque sé que no tendré una cita contigo, un hasta luego
Fíjate que yo no quiero que sonrías para mí
ni una cena llena de besos un viernes por la noche
No me sirve ya esa manera de sentir
Yo quiero lo que nadie quiere de ti
tus ojeras y tu aliento en el café del lunes a la seis de la mañana
tu llanto después de la caída
tu cara de mala leche estrellándose contra la mía en esos días menstruales
Yo quiero acunarte en la tormenta
Amarte en tus reveses para que por fin conozcas lo imposible
Querer así es privilegio de unos pocos
ya casi nadie se pone el uniforme de escalar cancelas
Pregúntale a las farolas
cuando por las noches trepo por las verjas
me echo boca arriba en la hierba de un parque
y cuento las estrellas que se oxidan entre el flequillo de un pino
Pero yo sé que hay una constante necesaria en la vida:
vivir tal como andamos; hacia adelante
Por eso me estoy yendo, me estoy alejando
Pregúntale a la palabra recuerdo o al verbo amar
si encontraron un lugar mejor para escribirse
que en las suelas de mis zapatos
Pregúntale por mí al camino donde van a morir
los corazones destrozados
te dirá donde estoy, con quién ando