sábado, julio 25, 2009

de playas y fantasmas

Otra vez hablándome de ti el fantasmita que habita conmigo
Otra vez organizando excursiones contigo por su cuenta
Otra vez volviendo a tu mirada
Pero no creas que me voy a quedar de brazos cruzados
estoy aprendiendo a repartirme igual que lo haces tú
Me estoy mezclando con todo sin control
de manera que me veas con la misma insistencia que yo te veo:
en el lento baile de colores de los semáforos
en el agobio y en el descanso
en el color de las sombrillas y en la brisa que las mecen
en la chica vestida de pirata que atiende el chiringuito (si tú pudieras verte...)
Ahora creo haber oído un acento del norte en una mosca común
y en vez de aplastarla le he abierto la ventana
Además estas cosas ya no me son indiferentes
y busco en ellas el mismo color de tu pelo o el rasgo de tu cara
Pero creo que jamás alcanzaré tu destreza, tú le das a todo rango de presencia
De que me vale por ejemplo ir al mar, caminar hacia la orilla
si de paso me acompañas y me asaltan las nostalgias
si cuando decido bañarme llegas de puntillas , sigilosa
y me tapas los ojos con las manos, es decir que cuando quiero mirarte tengo que abrirlos para adentro
Te pido que no te inmiscuyas en las cosas
la mejor versión de tu mapa genético sigue estando en tu poder
Volvamos aquí al cabo de los años
para que otra vez seas dueña de la playa de Chiclana
que te vuelvas hacia mí y que yo te vea distinta
que compruebes que también yo he cambiado
y cuando vayas a decirme que los años no perdonan
adelantarme y te diga
que nunca te había visto tan bonita como ahora
de una manera que la playa nunca pudo imaginarse
Y volver a ser nosotros tras un yo
y poder prometernos lo que quieras
para que no sean eternas las visiones
y que el mar también comprenda que se puede vivir una vida entera
sin regresar de un te quiero

3 comentarios:

Carmen dijo...

veces pienso que el amor tiene algo de cabezonería. El corazón y los sesos se obstinan en conseguir su objetivo, o en retener un logro que ya se fue. Pero es bonito llevar esos deseos y/o esas visiones al mar por ejemplo. También es posible ver el mar en un escaparate madrileño o sentir el oleaje en un centro comercial. En cualquier caso todo se puede dar la vuelta.

El mar comprenderá que se puede vivir toda una vida sin regresar de un te quiero. Y espero que ese te quiero sepa mecerse con las olas y disfrutar del viento.

Un abrazo

Waiting for Godot dijo...

FULMINADA, ASI QUEDE MIGUEL. Me MATAS con tus letras. Un beso para ti, desde la playa de la victoria.

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

¡Ay amigo Miguel!
Cuando aprenderemos a enamorarnos del presente y no sólo del pasado.
A veces pienso que mi vida sería mas tranquila si no tuviera memoria.
Al menos ella no nos asaltaría por las noches invitándonos al insomnio... eso seguro.
Un abrazo.