miércoles, julio 06, 2011

La insolencia de ser libre

Yo salía de trabajar y era de noche
la vi llegar, cruzar por mi lado lentamente
sin prisas, apenas sin verme
Sujetaba un pequeño candil entre las manos
sus talones heridos de tanto andar
su mochila al hombro; su vocación de guardar
el otro espacio donde vive
Pasó sin olor, sin ruido, sin dejar huella
Mis ojos la siguieron un momento
se paró en un descampado
y les fue echando a unos gatos las sobras de su comida
Volvió la cabeza y me preguntó si podía llevarla
en mi coche hasta el cruce de una carretera comarcal
Durante el camino me dijo algo bonito
sobre el río, el álamo, el verdor de la montaña
me habló de un pueblo donde ya no vive nadie
de la crueldad de los que matan animales
de sus estudios en la universidad de Verona
también me aseguró que no sabe defenderse de la gente
Antes de bajarse del coche le pregunté su nombre
Se llama Bianca, se dirigía a Portugal
lleva en sus manos una tierna indefensión
y es fresca como la hierbabuena que crece libre
en la rivera
Para proteger su territorio guarda en su bolsillo
un retrato de la Virgen de Mantegna
—Arrivederci , ojala la vida nos regale otro encuentro —dijo sonriendo
con esa forma que tienen de despedirse
los que saben que nunca mas se van a ver
Y se fue:
con su arrogante protesta
atravesando desconocidos caminos
muy lejos de avenidas y autopistas
Por el retrovisor la vi alejarse
alumbrada solo por la feliz intermitencia
de mi Seat Ibiza
Y se le veía tan sólida lejos de la influencia
de la raza humana.

3 comentarios:

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Uyyyyyyyyyyy.
Me encanta eso de viajar ligero de equipaje. Con lo puesto y cuatro cosas más. Pero en este mundo de dios y con tu vida echada en la carretera, o haces acopio de un poco de desconfianza, o te van a dar mas palos que a una estera.
No quiero ser pesimista y le deseo a Bianca el mejor de los viajes… pero cada día hablan los periódicos de mujeres muertas o violadas por ahí. Debería aprender a defenderse de la gente… aunque sea triste decirlo.
Le deseo el mejor de los viajes.

Pato dijo...

Bianca me trasmitió una paz inmensa, no sería un ángel?

Besos =)

Carmen dijo...

Estoy con Pato. Estamos rodeados de ángeles (a veces sucios, siempre sin alas blancas)con una imagen diferente a la que nos contaron. Se llame Bianca y sea italiana o se llame de otro modo y sea de otro sitio, la cuestión es que tiene una belleza de esa clase que no todo el mundo ve. Y tu eres de los otros, de los que van más allá de una simple mirada.
Un besito