domingo, diciembre 18, 2011

mariposas

Sembraba mariposas en una esquina de la ciudad
ennegrecida por el humo
Llegaba todas las noches al mismo lugar
sacaba una sillita plegable de una maleta y se sentaba
luego cogía unas cuartillas y se ponía a dibujar
Dibujaba muy despacio, se agarraba a los colores y a sus brillos
y pintaba cualquier cosa:
una tarde adornada con palmeras
un velero deslizándose en la transparencia del agua
un burrito de algodón en un prado rodeado de flores
Incluso se atrevía a pintar un arco-iris surgiendo de un inmenso asfalto
Lugares que no tenían nombre , que no venían en los mapas
La gente se quedaba mirando sus dibujos
el resplandor de lo que no existía
De vez en cuando vendía algún cuadro
Después sacaba las monedas del fondo de un vasito de plástico
y se iba a su furgoneta Volkswagen Bully
a pesar del frío y la humedad ese era el lugar que eligió para vivir
Allí dentro se multiplicaba
porque ella era el cuadro del delfín plateado, los colores del arcoiris
en el asfalto, el lienzo del asnucho en la pradera
Al verla sentada en su furgoneta, acariciando a su gata Diana
nadie diría que sus dedos pintaran tan prodigiosamente
tales números de paisajes
Una noche de septiembre apareció en la esquina
con una estrella en la boca
y yo ya sabía que al amanecer se iba a ir
Se fue y nadie pudo imperdirlo
se rumoreaba que tenía el corazón muy débil
Atravesó con su Volkswagen la línea que llamamos horizonte y desapareció
No se qué habrá sido de ella pero tengo un mal presentimiento
porque una mariposa de tres colores
está posada desde entonces en esa esquina
la misma que revoloteaba en la cuadra
sobre la barriguilla muerta de Platero

2 comentarios:

Carmen dijo...

Qué emoción más grande al leer esto. No sé muy bien porqué, pero igual es por muchas cosas.
Un abrazo

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

No te creas que a veces no me gustaría vivir así. Excepto por lo de pasar frío, claro...