lunes, diciembre 05, 2011

qué tuvo que pasar

Rocío cuida a enfermos a domicilio de dos de la tarde a diez de la noche
dentro de veinte minutos tiene que entrar a trabajar
Daniel está separado, trabaja en una gasolinera Repsol
va camino del colegio de su hija; hoy le toca recogerla
¿Qué tuvo que pasar para que ellos dos se conocieran?
Las coincidencias, sus razones imprecisas, un circo de casualidades...
¿Porqué esa huelga de funcionarios cortando el tráfico?
¿Porqué la policía obliga a la gente a dar un rodeo?
¿Porqué esa lluvia?
¿Porqué los dos se resguardan en el toldo de un restaurante?
¿Porqué ese encuentro casual?
el cigarrilo , las cerillas mojadas; ¿tienes fuego?
¿Porqué Rocío tuvo que mover los labios?
Él se queda absorto mirando como ella retira el cabello de su cara
A ella le gusta su mirada triste
como esa lluvia que empieza ahora
a mojarle la camisa
Es una historia de entre tantas
que comienza en la puerta de un bar
Qué tal , me llamo Daniel, una sonrisa...
no tienen apenas tiempo; una invitación, el destello de un café, un número de teléfono
Después él se va corriendo
su hija de diez años estará en la puerta del colegio
esperándolo
Aún así se detiene un instante , se gira
ella lo mira con la turbia fijeza de sus ojos
lo saluda con la mano y sigue apartando el pelo mojado de su cara
Míralos un instante:
¿porqué hacen de la lluvia una fiesta?
La tormenta azota ahora más fuerte
maldiciéndolos

2 comentarios:

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Cientos de veces me he hecho esa misma pregunta con una chica (una en concreto) que conocí en la universidad. La carrera que escogí, las asignaturas que aprobé, las otras en las que no iba tan bien, y un día que nos encontramos por casualidad en medio de granada en horario lectivo. Cientos de veces y todavía no le he encontrado la respuesta.
Felices fiestas.

Carmen dijo...

Un circo de casualidades, contestas antes de preguntar.
Y la vida muchas veces es eso; un cúmulo de coincidencias, de causas que provocan encuentros imprevisibles, puede que inolvidables también.
Un abrazo