miércoles, febrero 01, 2012

la música de las esferas

Decía Pitágoras que los planetas al girar producían sonidos
en una especie de escala armónica
él lo llamaba la música de las esferas
pero que esa música se desvanece en nuestro oído
según nos hacemos mayores
Pienso ahora en la eternidad de los sonidos, en ese estar siempre al otro lado
No es el tiempo el que pasa
somos nosotros que vamos expulsando esa melodía
vamos dejándola escapar entre los dedos
Por eso el ritmo de vivir se transforma
cuando con los brazos abiertos miramos el cielo y su mecánica celeste
donde acudimos cada vez que queremos encontrar algo
de repente la forma del silencio es la música misma
se diría que la contiene
Sonidos, acordes, arpegios que nos esperan
que tras tantos años siguen estando en el aire
Qué raro es todo esto, y qué turbia es la memoria
el corazón siempre en alerta buscando sensaciones
y un buen día percibes una música
que te resulta familiar, que no sabes muy bien dónde la oíste
sin advertir que la vienes escuchando desde que naciste
Por eso, si te paras a pensarlo un segundo
los sonidos tienen la costumbre de transportarnos a otro tiempo
Me veo a mi mismo caminando siempre hacia atrás, sin entender nada
simplemente porque un repentino escalofrío me dice
que se puede llegar a un lugar, a un beso, a una melodía
retrocediendo
Y esa antigua música se parece tanto a mi vida

3 comentarios:

Carmen dijo...

Me gusta lo que decía Pitágoras.
Creo que a otro tiempo nos trasladan también los olores. El cerebro debe ser una especie de red, una tela de araña, cuyos hilos tienen mil conexiones y cuando perciben algo se va pasando la información de un lado a otro muy deprisa. Imagino que los puntitos se iluminan un segundo y si pudiéramos ver lo que pasa dentro de la cabeza sería un espectáculo.
Besitos

Anónimo dijo...

Precioso.

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Me he demorado un poco en leerte, lo siento.
Estoy muy ocupado buscando un flotador con el que superar esta crisis. Como imaginarás no me está resultando fácil.
Pero en esta ocasión "lo siento", por partida doble. Y es que al leer esta entrada me ha entristecido darme cuenta de lo que me he estado perdiendo con el retraso.
Enhorabuena: te has superado (según mi humilde opinión).