jueves, mayo 17, 2012

sinestesia

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Le gusta acariciar siempre el borde de las cosas
con las manos abiertas examina las aristas, los contornos
y mientras los roza susurra una canción
su tacto dulcifica los objetos
A veces, solo a veces
se atreve a palpar los rasgos de la gente
en donde internarse es transgredir en tierra extraña
Con una leve delicadeza coloca sus dedos en el rostro
minuciosamente explora la simetría de la cara
el calor de la piel, la fisonomía de la carne
Los mensajes de los dedos penetran en su sangre
y le provoca una cadena de sensaciones
en una imagen que le acontece
Sabe de la densidad, del color, de la medida
intuye que todo se reconoce en los bordes
Y si no fuera por las poderosas raíces
que alimentan sus silencios
parecería que fuese a hablarnos
a otorgarnos una revelación increíble
No ve
pero me dice que la palabra Cádiz es de color verde
me asegura que percibe en el aire besos
que le rozan la mejilla