sábado, julio 07, 2012

arothron diadematus

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Cuando cierra sus párpados el día
la playa se puebla de soledad
y los albatros se retiran a dormir
Entonces se sumerge en el mar
para echarle migajas de pan a un viejo delfín
limpiarle de alquitrán las branquias a un pejesapo
o curarle las aletas a un pacífico tiburón peregrino
Yo la he visto quedarse embobada horas y horas
mirando el color cambiante de las anémonas
jugar a la gallinita ciega con los caballitos de mar
cargar con las penas de las ballenas
y llorar entre las conchas
No hay un rincón de la playa que ella no conozca
sabe de la costumbre que tienen los cangrejos y ermitaños
de escarbar de noche pequeños hoyos en la arena
Cuando me ve llegar se hace una falda del color de los pinos
con las algas que flotan en la orilla
para verme reír sobre las dunas
Caminando siempre caminando
con su piel de Luna y sal
llegamos hasta su aldea
una villa bajo un cielo estrellado
en una población de la ribera
un conjunto de casas humildes con un patio trasero:
una parte de jardín y tres cuartos de cemento
en donde crecen las enredaderas
sobre nostálgicas fachadas
Bajo la nocturna penumbra
hacemos inventario de la fauna
que habita en este trozo de océano
Vamos nombrando a los animales uno por uno
sonreímos o fruncimos el ceño
retocándonos el corazón con cada nombre:
Un erizo de mar que ha nacido en una roca
una nueva colonia de almejas
dos tortugas que echamos de menos y que han emigrado a otra playa
un pez globo que murió atropellado
por una moto acuática esta mañana
Era un pez que se deslizaba alegre entre los corales
le gustaba que le acariciara las escamas
la perseguía por la orilla y ella le tenía un gran afecto
Y se pone muy seria al anotar en el libro de registro
presencias y ausencias ; sé que hay mucha rabia en su mirada húmeda
La pleamar se adueña ahora de la costa
y oímos las olas desplazando a la arena
Golpes de mar, barcas que se mueven , patios en duerme velas
los grillos del silencio
Ella se acuesta y otro día que comienza a despuntar
Y yo he construido un mapa de colores
con todos los barcos que yacen hundidos en la bahía
y por las noches cuando se queda dormida
pensando que el mundo cabe en un estanque
Yo buceo hasta los cofres  de los barcos piratas
para regalarle un collar de aguamarina
para que ella sepa lo mucho que la amo