Acabo de hacerlo, he dejado a Miguel en el Mercadona
mientras sacaba la tarjeta de crédito para pagar lo he abandonado
y no tengo ninguna intención de ir a por mí
Estaba harto de su cabeza llena de proyectos inútiles, de perros abandonados
y de una mujer que lleva adentro y que le grita
No, no era gris la calle de sus poemas, ni el banco, ni la estación, ni la farola
tampoco tenía la niebla ese tono, era él el que andaba siempre triste
Yo creo que las historias se las inventa, son imaginaciones suyas o le saca demasiada punta a cualquier recuerdo
y se las cree gracias a su mala memoria
Está chalado, lo que yo te diga
Apunta en una libreta todo lo que le gusta de la mujer que le grita
y en otra muy pequeñita lo que no, en la pequeña lo único que hace es borrar con una goma una m o una l de su nombre y luego las escribe de nuevo en caligrafía
lleva cientos de cuadernos rellenos
su concepto de felicidad consiste en que no se le acaben nunca las libretas
¿Te lo puedes creer vivir con alguien así?
Tan ruidosa la mujer que lleva adentro, que no me deja en paz ni un sólo segundo ; grita y grita
Le grita por la punta de sus dedos, por sus párpados , por su garganta
Gritos tan fuertes y tan silenciosos como los de las películas mudas que le llevaba su abuela a ver en el cine del pueblo
Se lo he dicho infinidad de veces: si ella no deja de gritar yo me voy
Siempre está el tío dándole vueltas a lo mismo, que cambie el chip, que se cambie de peinado, de amigos, de trabajo, que reconozca que por su ventana lo único que entra es una lagartija
Y que su imaginación no viaje mas allá del vuelo de una gaviota, que se tape los ojos con las manos para ir hacia atrás, pero muy muy hacia atrás , hasta que el futuro sea tan simple como aquel tren de hojalata
Así que lo he dejado, he ido corriendo a la playa , me he desvestido delante de unas señoras y me he metido en el mar completamente desnudo, solo, en silencio.
Andará buscándome como un loco, lo cierto es que ahora estoy tan tranquilo dando un paseo por la orilla
No quiero que se entere que el otro día quise asesinar con una motosierra a la mujer que le grita
pero cuando la tuve delante la sentí como si fuese un nido
Se me escurrió la motosierra de las manos
lo único que se me ocurrió en ese momento fue preguntarle su nombre
y escribirlo muchas veces en una de sus libretas pequeñas
Si veis a Miguel decidle que por su bien no me ha quedado mas remedio
que quemarle todas sus libretas
y que le he cambiado la contraseña de su blog
para que no le escriba más poemas
para que la mujer que le grita deje de respirar
y que en silencio siempre esté en él
como la niebla sobre el valle
mientras sacaba la tarjeta de crédito para pagar lo he abandonado
y no tengo ninguna intención de ir a por mí
Estaba harto de su cabeza llena de proyectos inútiles, de perros abandonados
y de una mujer que lleva adentro y que le grita
No, no era gris la calle de sus poemas, ni el banco, ni la estación, ni la farola
tampoco tenía la niebla ese tono, era él el que andaba siempre triste
Yo creo que las historias se las inventa, son imaginaciones suyas o le saca demasiada punta a cualquier recuerdo
y se las cree gracias a su mala memoria
Está chalado, lo que yo te diga
Apunta en una libreta todo lo que le gusta de la mujer que le grita
y en otra muy pequeñita lo que no, en la pequeña lo único que hace es borrar con una goma una m o una l de su nombre y luego las escribe de nuevo en caligrafía
lleva cientos de cuadernos rellenos
su concepto de felicidad consiste en que no se le acaben nunca las libretas
¿Te lo puedes creer vivir con alguien así?
Tan ruidosa la mujer que lleva adentro, que no me deja en paz ni un sólo segundo ; grita y grita
Le grita por la punta de sus dedos, por sus párpados , por su garganta
Gritos tan fuertes y tan silenciosos como los de las películas mudas que le llevaba su abuela a ver en el cine del pueblo
Se lo he dicho infinidad de veces: si ella no deja de gritar yo me voy
Siempre está el tío dándole vueltas a lo mismo, que cambie el chip, que se cambie de peinado, de amigos, de trabajo, que reconozca que por su ventana lo único que entra es una lagartija
Y que su imaginación no viaje mas allá del vuelo de una gaviota, que se tape los ojos con las manos para ir hacia atrás, pero muy muy hacia atrás , hasta que el futuro sea tan simple como aquel tren de hojalata
Así que lo he dejado, he ido corriendo a la playa , me he desvestido delante de unas señoras y me he metido en el mar completamente desnudo, solo, en silencio.
Andará buscándome como un loco, lo cierto es que ahora estoy tan tranquilo dando un paseo por la orilla
No quiero que se entere que el otro día quise asesinar con una motosierra a la mujer que le grita
pero cuando la tuve delante la sentí como si fuese un nido
Se me escurrió la motosierra de las manos
lo único que se me ocurrió en ese momento fue preguntarle su nombre
y escribirlo muchas veces en una de sus libretas pequeñas
Si veis a Miguel decidle que por su bien no me ha quedado mas remedio
que quemarle todas sus libretas
y que le he cambiado la contraseña de su blog
para que no le escriba más poemas
para que la mujer que le grita deje de respirar
y que en silencio siempre esté en él
como la niebla sobre el valle