domingo, agosto 19, 2012

besos de contrabando

Me acababa de despertar de una siesta
un sueño breve
después de un día de trabajo
La tarde se anunciaba feliz desde una taza de café
Todo estaba bien
todo estaba en su sitio
tal vez la culpa la tuvo esa canción
de Billy Joe
con la que me quedé dormido
Sentado en la cocina expandí los pulmones
para tomar aire
y lo que sucedió fue
que comencé a vaciarme lentamente
Sacudí las nubes de mi cabeza
y tomé conciencia de mi vida:
Una madre enferma
un trabajo en el que ya no puedo disimular más
mis ganas de largarme
un presente que no tiene piedad conmigo
Es decir
ese punto exacto en que no sabes bien
si estás viviendo o estás muriendo
No quise defraudarte
por eso hice lo que tú desearías que hiciera:
protegerme contra los malos augurios
reivindicar mi derecho a la alegría
ser un poco granuja y hacer cosas
que parecen mentira
pero que son verdaderas
Entonces salí corriendo y encendí
los faros muertos de la costa
Cambié el orden de las mareas
Nadé contracorriente sorteando boyas
y te traje de Ceuta
besos de contrabando
Tampoco quise decepcionarte
y me comporté como un insolente
Empecé a escribir poemas de amor
en las tapias traseras
de los cementerios
con estos dedos, que cuando te escriben
se olvidan que son dedos
y quieren ser mariposas


Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene
Alejandra Pizarnik

Billy Joe Thomas. Raindrops Keep Fallin' On My Head


6 comentarios:

carnet de manipulador de alimentos dijo...

joder, es la hostia... me he quedado embobado leyendo esa mezcla de prosa y verso, muy bonito, gracias!

carnet manipulador de alimentos dijo...

oye, simplemente se te ocurre o has estudiado alguna cosa para escribir así?

Anónimo dijo...

Maravilloso, como siempre...eres el mejor.
Un besazo y no pares nunca.

Carmen dijo...

Los amores clandestinos y los besos de contrabando, son dos de las cosas por las que merece la pena vivir. Como siempre, me ha encantado leerlo. Un abrazo ilegal, pero verdadero

G.Burgos. dijo...

A veces (sólo a veces) hay que olvidarse de que uno tiene una vida y dedicarse simplemente a vivir el día.
A veces la vida pesa demasiado.
A veces te sientes demasiado solo para tanta carga.
A veces mirás el camino que te queda y crees que casi mejor sería darse la vuelta y desandar el ya caminado.
Y a veces, sólo a veces, muy de vez en cuando... te olvidas de la vida y crees poder vivir de nuevo...
Un saludo.

Miguel dijo...

Muchas gracias a todos; Carmen, Guillermo, distinguida Anónimo
Carnet manipulador... he de confesarte un secreto, le debo muchas letras que corren por mi cabeza a los poemas de Cortazar, yo solo respiro hondo y luego escribo...

saludos