domingo, noviembre 18, 2012

como un parhelio

Tampoco te voy a aburrir escribiéndote
la cantidad de palabras raras que conoce
tendrías que tener el diccionario siempre a mano:
Estajanovista, eupraxofía, proparoxítono
Las palabras las introduce en cualquier conversación
consigue que sean las únicas posibles en ese momento
encuentran un hueco, un resquicio de luz
algo que nadie ha sido capaz de vislumbrar ella lo ve
y además poetiza las frases
a su lado los sabios tienen algo de ignorantes
Pasear con ella es llevarse todos los miembros de la RAE
en el bolsillo
La comprendí entre cientos de mujeres
entre miles, entre cientos de miles de mujeres
sonrientes, guapas e inteligentes
detrás de su sonrisa sonreían los labios
de todas las demás
en su cara se resumía los rasgos mas bellos
de todo un país
cuando te mira es como si todo su pueblo te mirara
y no es que destaque del resto por su estatura
porque ella mide lo que mide su nombre
Si cogiéramos todas sus letras
la pusiéramos una arriba de la otra como si montaras
un andamio
alcanzaríamos justamente la altura de sus ojos
Pero lo que despunta sobre el resto de mujeres
es una vocal de su nombre
el puntito sobre la letra i
ese destellito de luz que emite y que hace que te fijes
solo en ella
Cuando sale de paseo a la calle o a un parque
sucede algo misterioso
Entre tanta gente llena de talento
entre tantos hombres altos y fuertes
entre tanta gente dispuesta a abrirse paso a machetazos
se fija en mí , y me dice hola
soy la chica del abrigo marrón y el pelo corto
y me invita a un café o a un pacharán
y en una mesa me dice que el resplandor
del puntito de la i
es algo parecido a un planilum, a un paraselene
Mirándome a los ojos me asegura
que con toda certeza es un parhelio y que significa amor
y yo me lo creo


3 comentarios:

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Me ha recordado a un viejo amor: bajita y con mucho carácter. Aunque la mía tenía un nombre largo y muy extraño lleno de "k" y "h" en los sitios más inesperados. Letras que te esperaban ocultas en los recodos de las sílabas y te atacaban por sorpresa cuando las pronunciabas.
A veces, cuando yo quiero "insultar" cariñosamente a alguien le digo que es un/una "HEMATOPOYÉTICO", que en realidad no quiere decir nada más que: "que produce sangre", pero suena muy rimbombante.
Un saludo.

Carmen dijo...

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
Besnú

Carmen dijo...

Pongo mis palabras en tus zapatos, tanto si es el día de reyes como si no. Espero tus poemas en mis zapatos como aquellas monedas de chocolate que de niños recogíamos con tanta ilusión. Que tengas buen 2013