sábado, julio 20, 2013

vacaciones en IKEA

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Me gusta pasear con mis perros por la noche, incluso de madrugada
Me gusta desayunar fuera de casa los fines de semana, comprar el pan
observar a las nubes con detenimiento, su estructura, su masa molecular
Me gusta contemplar las calles vacías de la mañana
Durante el resto del día vivo en una nube de hidrocarburos
Mi trabajo consiste ir de un hospital a otro
desde la ambulancia veo a la gente con prisa
yendo a la playa con las sombrillas o metiendo las maletas en un taxi
Que nadie me pregunte por mis vacaciones, mi jefe me las niega
me destruye, me oprime, me reduce a cero
Para evadirme necesito escuchar la marcha turca de Mozart
y beberme un té con limón en una taza de Ikea
Los pasillos de Ikea me salvan, llenan mi vacío y me otorgan un verano mas llevadero
Andar entre estores, alfombras, lámparas de pie
tocar la textura de una copa de cristal, su tallado artesanal
con el aire acondiconado a 24 grados me ayuda a ser mejor persona
Me olvido del calor frente a un colchón de látex Sultan Edsele
de los hongos de mis pies, del pantoprazol y del cabrón de mi jefe
Se me pasa el tiempo recorriendo pasillos, mirando tetas y sillas plegables
Este es mi descanso, mi relax, mi hotel de cuatro estrellas. Aquí y ahora
No dependo de horarios de trenes ni del anticiclón de las Azores
Aquí realizo mi fotosíntesis
Durante el verano creo en Ikea como se cree en Dios o en los yogures con bifidus activo. Estoy pensando muy seriamente en aprender sueco
Otros hacen lo mismo que yo pero mas allá del horizonte
se montan en un avión, dicen adiós muy buenas y se van a Kuala Lumpur
con un mapa de Michelín en la mochila
Hay que tener una predisposición mental
para irse de vacaciones y no echar de menos los ruidos del vecino o el contenedor en donde tiras la basura
Tienes que mentalizarte mucho para ir hacia lo desconocido, ingerir menús de 12 euros con refrescos de cola y cagar en un cuarto de baño
que no es el tuyo
Me quedo aquí, solo tengo esto y lo celebro
Pero cuando cierra el Ikea y llega la noche, me arranco de la multitud
recorro las esquinas de los parques
paseo bajo las lámparas de gas del puerto como si mi vida
tuviese un destino, y me voy a las playas  nocturnas
Construyo barcos de papel, los dejo en el mar
y surcan por lugares que jamás habías imaginado
Yo me quedo sin vacaciones
Pero mi corazón se va de crucero por alta mar
impulsado por un viento de papel
bajo un firmamento de hipocampos

domingo, julio 07, 2013

desde la cáscara de un melón

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Los días de verano hervían a fuego lento
El Sol tardaba mas tiempo de lo normal
en ponerse
Cada tarde en una dársena del puerto
esperaba la entrada de los barcos
con la compañía de Rita
Era mi gata y era mi pedacito de cielo
la llevaba siempre en brazos
temeroso de que se cayera al agua
persiguiendo algún gorrión
Mientras esperábamos
la brisa del mar nos cerraba los ojos
Disimulábamos los bostezos
ella imaginando millones de pajaritos
yo persiguiendo millones de nubes
Finalmente llegaba un buque
las chimeneas impregnaban el ambiente
Sentados en el embarcadero, yo le daba uso
a mis inventos:
veía llegar el barco a través de un agujero
en la cáscara de un melón
Después dábamos la vuelta
y cogíamos el camino cuesta arriba
de la ermita
entonces dejaba a mi gata en el suelo
y despreocupado me iba a casa cantado
desde la increíble altura
de mi infancia