domingo, abril 06, 2014

un flechazo...


Y claro , ellos dirań que fue un flechazo
que no lo buscaban
que fue algo inevitable
que el amor los cubrió de repente
con un manto
Nadie se lo creerá
Tal vez porque la gente simplifica y supone
que las casualidades no existen
Y sin embargo la realidad
podemos verla desde puntos de vista diferentes
¿Cómo se conocieron?
¿Qué lugares frecuentaban?
Porque sucede que el acero del tenedor
de un restaurante, primero con uno
y después con el otro
había sentido sus dos tactos
Ocurre que se habían sentado en el mismo
banco de un parque
con diez años de diferencia
Se copiaban y habitaban
los mismos espacios
Ocupaban su lugar en un ascensor
en horas distintas
bajaba, donde el otro había subido
Se buscaban pero nunca se encontraban
Sospecho que también han abierto
las mismas puertas, que han utilizado
el mismo carrito del supermercado
que han paseado por los mismos jardines
Eran los más cercanos y también
los más extraños
El destino quería juntarlos
pero se tomaba su tiempo
y como un seductor meticuloso
jugaba con ellos
los acercaba e invariablemente
en el momento del encuentro
los separaba: una inoportuna
llamada de teléfono
una pausa de un segundo al caminar
lo suficiente para que no se cruzaran
Las cosas no ocurren porque sí
Aquí pasaba algo insistentemente
pieles que se codiciaban
que se vinculaban y se desvinculaban
Es lo inexplicable del juego del amor:
anhelarse y esquivarse
Mientras tanto ellos inconscientemente
no podían hacer otra cosa
que sobrevivir y esperar
¿Y ahora, a ver quién es el guapo
que les dice
que el destino llevaba riéndose de ellos
desde hace ya mas de veinte años?




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