lunes, noviembre 10, 2008

dos cruces

Esos desaires con los que le obsequiaba y de los que ella tanto disfrutaba
Ese movimiento de caderas que le regalaba
Su sonrisa rubia cuando lo miraba

Ese desdén que poseía;
levantando las cejas como diciendo que nada iba con ella
Aunque en el fondo deseándolo
secretamente
Después él se iba a dar un paseo desde el barrio del Pópulo al parque Genovés

Para un rato después verla salir de su piso
de la mano de su marido
en el más dulce de los sufrimientos
Luis tuvo la imprudencia
de enamorarse de Mercedes
delante de todo el mundo
por primera y única vez en su vida
en una fiesta de carnaval con farolillos de papel
La mayor proeza que conquistó
fue sacarla a bailar esa noche
por unos momentos se perdieron
entre las fortificaciones de un castillo
en la playa de la Caleta
No tenía nada que hacer
pero el defendía sus sentimientos
para abrir una grieta de sentido en su vida
La amaba cuando era tiempo de sufrir

Y todos los atardeceres
se apoyaba en un borde de la fachada
debajo de un anuncio de Cocacola
enfrente de su portal
con esa mirada de perro vagabundo
que tanto manejaba
Tarde o temprano ella se asomaba al balcón

Aparecía con una camiseta negra
facturada en un chino
el escote a la altura de los pechos
un aire procedente del mar le levantaba la falda
entonces todas los farolas de la calle
se ponían de acuerdo para alumbrarle las piernas
Después de admirarla se lo contaba a sus amigos
en la cafetería Andalucía
a muchas pulsaciones por minuto
y todos estábamos eróticamente allí
mirando con él
De todo esto han transcurrido ya algunos años
te lo cuento ahora
para que el amor conserve dignidad frente al pasado
De esta historia  quedan apenas dos testigos
uno, el vértice de la fachada en la que se apoyaba

otro ,Mercedes
que regenta un estanco por la plaza de las flores
detrás de un mostrador lleno de ojos
por las curvas tan sugerentes
que siempre tuvo
Algunas veces entro a saludarla
o discutir quién de ellos dos
murió primero


5 comentarios:

Waiting for Godot dijo...

OH. ESTOY MUERTA. ME HAS MATADO. DIOS. HERMOSO. BELLO. MIGUELLLL ERES GENIAL! :)

Besos.

Patricia Angulo dijo...

Estoy como Godot, muerta. Mirá que has escrito delicidas con mayúculas, pero este relato es de una belleza extraordinaria de principio a fin.

Se me ha quedado el corazón apretado en un puño, me lo llevo así, todo apretadito para que no se me distraiga la emoción.

Besos y felicitaciones!

Carmen dijo...

Nos llevas de carnaval, nos presentas unas piernas que brillan a la luz de las farolas y luego las escondes detrás de un mostrador. Todo para contar una historia conmovedora. Es dolorosamente bonito imaginar a la protagonista muerta en vida sin ese amor.
Un abrazo

LA CAÑA DE ESPAÑA dijo...

Me ha gustado mucho. Me recuerda al primero que leí de ti... hace ya de eso unos meses ¿verdad?.
Había una película en la que un chico gravaba el baile de una bolsa de plástico en una corriente de aire... decían los griegos que la maldad no estaba en las cosas o en los hechos sino en los ojos que lo veían... del mismo modo la belleza no estaba en esa simple bolsa abandonada en la sucia calle, sino en los ojos de ese muchacho que supo ver la danza...
Me gusta como ves...
Sigue así, por favor.
Un abrazo.

Carmen dijo...

Felicidades, Miguel, espero que pases un día agradable. Un beso.