lunes, febrero 04, 2008

echando los visillos

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Y estas últimas publicaciones han sido casi despedidas, casi un adiós
La razón secreta de uno mismo, emociones que se duermen, o que a los sitios les hace falta algunas veces el olor a cerrado para mirarlos después con otros ojos
Pero dejaré abierta la puerta a estas "respiraciones de verano" no por nada en particular
Ya sabes que de vez en cuando las letras ocupan el lugar de las palabras , por si algún día entras por aquí y vuelves a leer el descarado amor que me he arriesgado a dejarte reflejado en este blog, o por si más adelante insisto en repasar los recuerdos, a explicarte como se ve la calle desde mi ventana, el buque a lo lejos, el viejo del muelle, el olor a salitre
O quién sabe si algún día te puedo contar: la manera tan amable que tiene de acercarme la silla, la velocidad tan extraña con la que se disuelve el hielo en su vaso, o cómo se me trastoca la voz al pronunciarle un te echo de menos. Y yo vuelvo y te lo digo
Recuerda que hace algún tiempo, en un verano, yo tan sólo pasaba por aquí, y surgieron las primeras letras, para explicar un sentimiento, para ilusionarme con lo que estaba contando, con palabras de buen olor, aunque la mayoría de ellas estuviesen escritas en las suelas de mis zapatos.
No es un problema de sinceridad. Porque yo, olvidando mi pudor, me he pasado mucho tiempo desnudándome
He contado historias a partir de algunas pinceladas, intentando rechazar la palabrería cursi del amor, y en otros textos he llegado a creerme lo que escribía.
Porque reconozco también que he avistado molinos de viento sobre los tejados, aunque juraría que tengo pruebas de que existen,
Ni tampoco es un asunto de imaginación, porque a mí la imaginación me tiene condenado a cadena perpetua, solo se me detiene, en las puertas de una perrera, o en los ojos de una vaca en el umbral del matadero, pidiendo clemencia
También comprenderéis que para ciertos silencios no hay ninguna explicación
En fin , a lo que iba ; que ustedes mis amigos formáis parte de mis lecturas. A los que conozco os seguiré leyendo y comentando en vuestras páginas. Mi gratitud a los desconocidos , a los que llegan a través de la casualidad, y por supuesto a ti en particular, que adornaste con geranios los balcones de mi casa . En ese mi primer post, en donde te insinuaba entre líneas, que la razón de estar vivos reside en los demás
Aquel niño subido al carrusel, aquel chiquillo moviendo el timón del barco de pesca de la feria, quiere hacerse cargo, por ahora, del resto de este invierno
Hasta pronto.